Era de esperar que fuera un día tranquilo en Quintero, mientras mucha gente retorna a la capital a cumplir con su deber cívico, uno que no es cuidadano (y no lo va a ser hasta que el asunto sea voluntario) aprovecha para adelantar en parte las vacaciones.
Un buen asadito con gente agradable y una tardecita en la playa es algo impagable para quienes se han acostumbrado a los 33ºC de Santiago.
En este momento siendo recién las 13:45 hrs, aun me queda diversión en este lindo lugar.
PD (Off the record): Señorita de los ojos lindos y la boquita de cereza, estoy anotando todo en la libreta de las cosas pendientes 😀